Un sistema de baja tensión consta de baterías, cargadores y a veces inversores que realizan trabajo a bajas tensiones, típicamente por debajo de 60V. Esta configuración está diseñada para sistemas donde la seguridad y la facilidad de uso son una prioridad, como en residencias, pequeños negocios o cabañas fuera de la red. El sistema puede almacenar energía de fuentes renovables o de la red y proporciona energía de respaldo para aparatos de baja tensión durante apagones o momentos de alta demanda. El sistema es flexible y eficiente en el almacenamiento de energía con opciones para expansión modular y compatibilidad con componentes estándar de baja tensión.