Los sistemas de almacenamiento de baja tensión operan por debajo de 60V, proporcionando seguridad y facilidad de uso. Estos sistemas son óptimos para usos domésticos y a pequeña escala, incluyendo respaldo energético residencial, pequeñas instalaciones solares u cabañas fuera de la red eléctrica. Las aplicaciones de baja tensión admiten baterías como las de ion-litio y plomo-ácido en configuraciones de 12V y 24V. Las tensiones más bajas sirven para minimizar los riesgos de descargas eléctricas, simplificar el cableado y permitir una integración más fácil con dispositivos de baja tensión. Para casos con necesidades limitadas de energía, los sistemas de almacenamiento de baja tensión ofrecen una solución económica y sencilla para el almacenamiento de energía.