Tanto la instalación como la logística del mantenimiento se suman a los gastos incurridos, por ejemplo, cambiar componentes del sistema en el futuro además del precio de compra de las baterías de almacenamiento. El precio del módulo de almacenamiento depende de la marca, el cargador y el nivel de energía que necesita el usuario. Considerar los incentivos otorgados por el gobierno también ayuda a hacer frente a las facturas de electricidad. Todos estos aspectos influyen mucho en el valor de las unidades de almacenamiento de energía, demostrando ser una opción rentable para los propietarios.